martes, 20 de enero de 2009

¿Cuándo termina el amor?



Cuando los besos que van dirigidos al alma se quedan rondando la piel,
las caricias que son de la piel ofenden al alma,
las palabras que van al corazón se quedan en los oídos,
la sordera es en el corazón,
las palabras necias se quedan tercas en los recuerdos,
y cuando a los sueños los derriba el viento de la indiferencia.

Cuando los castillos se fabrican en el aire y no en los suspiros,
el futuro se platica acompañado y se recoge en soledad,
el triunfo de los años es sólo de los años,
a la sopa le falta ese poquito de sal que venia del llanto enamorado,
el sexo sabe a obligación,
la obligación es sólo sexo,
el respeto se le da al desconocido,
y cuando uno y uno viven juntos pero separados.

Cuando en las radiografías se mira lo que sabemos y no lo que sentimos,
el pan sabe a pan y el vino embriaga y ya no consagra,
lo mismo es lo de siempre y no lo que se esperaba,
el beso de llegada y el de partida saben a lo mismo,
el interés no da dividendos,
cuando lo que se esperaba era tan poco que nunca llegó.

Cuando el grito es costumbre,
la costumbre añora la libertad,
la libertad es la oficina,
la oficina es el hogar,
el hogar se apaga,
abrasar se convierte en abrazos,
la verdad duele a mentira y la mentira se tolera,
el pudor de la carne abriga el corazón,
la comunicación se termina con el control remoto,
cuand se busca el significado de –amor- en el diccionario,
cuando se olvida de sumar y la división y la resta es la constante…

Cuando la constante ya no eres tú.


Due® 13julio 08

miércoles, 7 de enero de 2009

Te espero



En éste esperar tu regreso
me quedaron dos incógnita;

¿a dónde fuiste y para qué?.

Amándote como te amo
me sobran los ¿a dóndes y porqués?,
y sin embargo, cosa rara, siento que te tengo.

Me faltas con las dudas que dejaste
en la conjuntiva y el llanto en los lagrimales,
y con los; ¿a qué y porqué?

Y, amándote como te amo
te esperé, te esperé, ¡te esperé!.

Pero de ti, ni una señal de humo,
ni el pinche humo de una hoguera
abrasada de los brazos que rompieran mi encanto

Me ahogué.

¡No llegaste!,

Pero déjame decirte que no me importa si te escondes
o te pudres en el cieno,
sí eres ave o espantajo de mis sueños,
si eres sueño o fantasía
o caramelito desenvuelto,
o si hueles a té de manzanilla
o a remordimiento del pasado,

me muero en las dudas ¡sí!
-bueno, solo en dos-,

Te amo y te espero, te espero… ¡te espero!

Resuelve tú tus dudas,
¿yo?...¡yo te amo, aquí te espero!

Due® 3 ene 08