
En éste momento tú, piel de luna,
fría, desnuda, como seda tendida,
apasionada y dispuesta,
muestras las líneas de niña:
húmeda, tímida,
tú, piel como hoja al viento
-sin voluntad como apoyo-
tiritas las hambres ocultas de dama;
pudorosa, altiva, con ganas calladas,
como amante segura
tu piel hace la apuesta,