martes, 18 de agosto de 2009

¿Bendición…?


Después de tantas manos
sentirás pena de tu piel
que no se compromete,
miraras al techo suspirando
en tu recuerdo algún
lejano orgasmo
y no tendrás más remedio
que extrañar aquellos dedos
que escribieron
con caricias amorosas
un verso y otro y otro dando vueltas
con caligrafía imperfecta
desde aquella parte de tu cuerpo
que no te conocías hasta tu alma
que ahora entres esos brazos
no te reconoces,

después de tantas manos sentirás
que en éstas que hoy te tienen
siempre has sido ajena/o,
que te equivocaste
y que en ello te perdiste,
que cuando te fuiste
de aquellas que en tu alma
desbordaban su cariño
lastimaste tanto sin sentido
que ahora que tu piel
no siente nada
tratas de olvidar fingiendo,
y finges,
y es ahora cuando sientes miedo
al recordar aquella bendición
–Dios te de lo que me diste-
que como despedida y con amor
en tu partida te dijeron,
y que ahora que no hay
vuelta atrás en ésta vida
cambia de sentido en tu cerebro
y te duele porque se ha cumplido
y te sabe en el corazón
a maldición eterna …

Due® 19agosto09

1 comentario:

Zarela Pacheco Abarca dijo...

Triste consuelo es este poema. Pero bello igual.