miércoles, 30 de septiembre de 2009

Aún no te comprendo…

Soy de carne y hueso,
más de hueso sin duda desde que te fuiste,
y así como soy,
también me cae la noche cuando me descuido,
y el estruendo que hace en mi soledad
me deja sordo y mudo,
con la barba sobre los nudillos
que de cada en cuando que no hay luna
se humedecen de los cristales aguaverde
que tu mirada dejo en mis lagrimales
como testigo fiel de esa despedida
que aún no te comprendo.

Y así como soy,
cuando me cae la noche me duele el cuerpo,
es decir; me duele la poca carne
que se cuelga de los huesos,
y me duele desde la punta de la frente
hasta las ganas de maldecir cada recuerdo,
y maldigo ¡que carajos!
aún me queda carne y le llega el fío.

Y así como fui, si es que he sido,
me siento frente al horno y le maldigo
el fuego que adoraba cuando horneaba
en él el pan de tu mañana.

Y crepita aguda sobre el fuego tu poesía
y así como ahora soy, si es que algo de mí queda,
miro con pena, dolor, horror y frío
que mis letras nunca te abrasaron sentimientos,
fuego apaga fuego y mis versos
sólo avivan la ironía hiriente
de éste maldito horno.

Due® 30sep09

1 comentario:

Adoyma dijo...

Primero me tome un café en tu otro blog, que yo lo prefiero solo, puro y con dos azucarillos, y mientras lo saboreaba me vine a tus sentimientos.

Queda mucho de tí, porque pocos hacen fuego sobre el fuego, a sabiendas de que pueda quemarse con alguna chispa que salte. Es mejor brasas encendidas que el hielo de la vida.

Un placer leerte.