viernes, 15 de agosto de 2008

Luces de zafiro...




Camino solo,
muy solo, sin ti ni nadie,
ni tu voz ni tu mano,
ni contigo ni con nadie,
la gente se acompaña,
voy con ellos, voy muy solo,
tu risa va en la otra acera,
no la escucho, no me escucho,
sólo camino.
Sólo hay ruido.

Miro las luces de la calle,
apenas encendieron,
están ahorcadas por los cables donde cuelgan,
el cielo apenas gris, se esconde y evita que lo iluminen,
la tristeza flota en el aire,
huele a suspiro condensado,
a beso olvidado,
a despedida calculada,
huele tibio,
salado, a barrio bajo en llamas.

Mis ojos se fijan como moscas en las luces,
mi cerebro se disimula entre preguntas,
se sienta en el recuerdo y descansa,
no piensa,
no se mueve,
palpita lo que el corazón no hace,
inhala el humo de los autos,
huele gris,
sabe a “hubieras”.

Camino... sólo camino,
miro las luces de la calle,
se alargan como gotas ahogadas,
brillan como zafiros,
empañan la vista,
son lagrimas secas,
solas,
tristes,
¿compasivas?,
-¡compulsivas!-,

luces como lagrimas ahorcadas,
no deben apagarse vivas,
que no se apaguen,
que mueran secas,
que mueran secas en el dorso de la mano,
sin ti,
solas,
en el cielo,
en el viento,
en el cable que ahoga los recuerdos.



Due® 7 feb 08

3 comentarios:

Daly* (Tal vez un día confiese) dijo...

Mientras caminas
y todo sabe a lo mismo
y sabe a nada y duele el silencio
pero duele mas lo se arrastra entre recuerdos.

Las letras cobran otro sentido
con tu inspiracion.

Poesía para olvidar dijo...

Gracias complice, un abrazo

Anónimo dijo...

en verdad es delicioso leerte